martes, 6 de marzo de 2012

¿El Santo Grial o la Sangre Real?


El Santo Grial, Cristo y los Caballeros Templarios
El Grial ha sido presentado de muchas formas distintas desde la Edad Media hasta nuestros días, y su búsqueda ha ocupado la mente de muchos. Este ha sido representado como una copa o un cáliz, una reliquia que contiene la sangre de Cristo, una bandeja de plata, un caldero de la abundancia, una piedra del cielo, un plato, un pez, una paloma, una espada, una lanza, un libro secreto, maná caído del cielo, una cabeza cortada, una luz blanca cegadora, una mesa y muchas cosas más. 

Pero ¿qué sabemos de sus orígenes? La visión convencional del Grial es que es el cáliz que una vez contuvo la sangre de Cristo y que José de Arimatea se llevó a Gran Bretaña. Se cree que José lo llevó a Glastonbury, en el sur de Inglaterra, y desde entonces su paradero ha estado envuelto en el misterio. La leyenda cuenta que esta copa o Grial fue utilizada en la Última Cena y que se usó para recoger la sangre de Cristo en la Crucifixión, aunque las distintas historias mencionan a diferentes personajes que recogieron la sangre: unos dicen que fue José de Arimatea, otros que Nicodemo y algunos que fue María Magdalena. Las leyendas se sucedieron a lo largo de los siglos hasta alcanzar el clímax en la Edad Media.

Los primeros romances sobre el Grial se escribieron en los siglos XII y XIII, muchos de ellos entre 1.190 y 1.240, aunque la historia parece haber sido una tradición oral anterior. Estas fechas coinciden con el auge de los Caballeros Templarios en la Europa medieval. Los romances mismos fueron escritos fundamentalmente por monjes de las Ordenes cistercienses y benedictinas, y repasando muchas de las historias y romances se aprecia que tenían un tema basado claramente en los Templarios.

Desde el principio, resulta evidente que no hay una única historia del Grial, o una típica. La mayoría de los romances sobre el Grial ni siquiera concuerdan. Una de las primeras historias conocidas sobre él es la que escribió Chrétien de Troyes, en su libro "El Cuento del Grial", escrito alrededor de 1.190. Es en este relato en el que se nos presenta por primera vez el personaje de Percival, el caballero cándido y el bufón arquetípico de las historias del Grial. Al principio, durante una gran fiesta en el castillo del Rey Pescador, Percival ve lo que cree que es el Grial, junto con una espada partida y muchas otras visiones y acontecimientos extraños.
 
El Rey Pescador es un extraño personaje que aparece en las leyendas artúricas y del Grial, pero cuya misteriosa figura no se comprende del todo. Parece ser que Chrétien murió antes de terminar su intrigante historia, y fue parcialmente completada posteriormente por otras manos en versiones llamadas "Las Continuaciones". Estas versiones añaden florituras y color a la historia original e incorporan elementos que se convertirían en clásicos en los relatos posteriores. 

Las otras dos historias del Grial, escritas en torno a 1.200, son las obras de Robert de Boron "Joseph d’Arimathie" y "El Mago Merlín". Estas historias reciben un nuevo enfoque cristiano y cuando forman parte de ellas los caballeros, se muestra la búsqueda como algo espiritual en lugar de como una historia de honor o en pos de la mano de una hermosa dama. Es aquí, en los primeros años del siglo XIII, cuando se establece una estrecha relación entre las historias de Robert de Boron y las leyendas artúricas que tenían éxito en aquel momento, con sir Gawain y sir Galahad como protagonistas de los relatos de la época. También fue en este momento cuando se escribió la historia más conocida del mundo de habla inglesa: "The Queste", protagonizada por sir Galahad, hijo del caballero Lanzarote, que es la base del brillante relato épico del siglo XV de sir Thomas Mallory "La Muerte de Arturo". Esta obra, más que ninguna otra, es la responsable de la percepción que tenemos hoy en día no solo de las leyendas artúricas, sino también de los romances sobre el Grial. El libro de Mallory ha tenido un impacto tan grande sobre la mente del hombre durante los últimos quinientos años como cualquier otro que se quiera mencionar.

Alrededor de 1.205, un poeta bávaro llamado Wolfram von Eschenbach compuso el poema "Parzival". En él cuenta la búsqueda del héroe ya relatada por Chrétien de Troyes, con la diferencia de que en la obra de Wolfram, el Grial es una piedra. Sin embargo, no una piedra antigua cualquiera, sino una piedra luminosa caída del cielo. Es la primera vez que no se describe el Grial como una copa, como en otros romances. La piedra de Wolfram está custodiada por caballeros llamados «Templeisen», vocablo obviamente referido a los Caballeros Templarios. En la historia de Wolfram, el joven Parzival se dirige en el curso de su búsqueda hacia el castillo del Grial, aquí llamado el Monte de la Salvación, cuando se encuentra por el camino con un sabio anciano llamado Trevrizent, con quien se queda durante quince días. Resulta que el anciano es el tío de Parzival, que le cuenta que la historia del Grial provino de un sabio llamado Kyot de Provenza. Según varios estudiosos, Kyot era una personaje real, disfrazado de un tal Guiot de Provins, lo que le da a la historia cierta base de autenticidad. Trevrizent afirma que Kyot se topó con la historia del Grial en un libro escrito en un extraño lenguaje pagano en Toledo, España. Este «lenguaje pagano» probablemente sería el árabe, utilizado en Toledo por los moros del norte de África. Trevrizent continúa y le cuenta a Parzival que este libro lo escribió un hombre llamado Flegetanis, cuya madre era una judía del linaje de Salomón y cuyo padre era, al parecer, un astrólogo. 

La historia de Parzival que cuenta Wolfram gira sobre la pureza y el buen juicio. Solo la pureza de corazón y mente puede conseguir el Grial, y solo Dios puede juzgar quién debería conseguirlo. En el relato, Parzival va finalmente al castillo del Grial, le hace al Rey Pescador la pregunta adecuada y con ello, sana al rey moribundo. Parzival se convierte entonces en el rey del Grial y el ciclo continúa.

La idea de que el Grial es una metáfora de la línea de sangre de Cristo y de los orígenes de su linaje familiar es relativamente moderna, aunque muchos de los autores actuales que tratan este tema nos asegurarían que esta verdad la conocían a lo largo de la historia unos pocos selectos artesanos y hombres sabios que la codificaron en obras de arte y arquitectura a lo largo de los años. El concepto del Priorato de Sión y de sus Grandes Maestres es un ejemplo clásico de ello. 

Las historias del uso original del Santo Grial (que sirve para recoger la sangre de Cristo en la Crucifixión) relacionan indudablemente la preciada sangre de Cristo con el Grial, y bien podría tratarse de una metáfora de la actual línea de sangre del Mesías cristiano. Entrelazada con esta teoría está la idea de que Cristo supuestamente se casó con María Magdalena antes de su muerte y de que ella le dio una hija. Por lo tanto, la línea familiar de Cristo continúa supuestamente hasta el día de hoy, y el Grial sería la «enredadera» a través de la cual la familia de Cristo se conecta con los merovingios de Francia. La hipótesis es que María Magdalena viajó a Francia con la hija de ambos después de la Crucifixión y que el matrimonio mixto de un descendiente de Cristo con las tribus francas produjo a los reyes merovingios. Esta idea fue divulgada en primer lugar por los autores Michael Baigent, Henry Lincoln y Richard Leigh en su bestseller "El Enigma Sagrado", publicado por primera vez hace veinte años, pero que está disfrutando ahora de cierto renacimiento debido a la popularidad de "El Código da Vinci" de Dan Brown, que extrae gran parte de su trasfondo de esta obra.

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