martes, 17 de abril de 2012

El Poder de la Religión


“El condicionamiento de las mentes desde la infancia, a través del adoctrinamiento transmitido por una enseñanza dominada por sacerdotes, imanes o rabinos, hace creer a las personas nacidas en entornos cristianos, musulmanes o judíos -generalmente sin ocasión, tiempo, ni medios para plantearse una profunda investigación propia- que las historias "sagradas" que les cuentan son verídicas, cuando en realidad no son sino copias de mitos arcaicos surgidos en culturas primitivas (Mesopotamia, Egipto, Persia, India, los mitos griegos, etc.), retocados sin cesar para que puedan ser asumidos por personas contemporáneas.

Siempre ha sido crucial para los poderosos inculcar ideas religiosas en el pueblo, como eficaz mecanismo de control social, por la resignación y sumisión que fomentan entre los desfavorecidos y porque "legitima" y justifica al poder (“Rey -o Caudillo- por la Gracia de Dios”…). El pueblo ingenuo ha aceptado siempre la visión simplista que del mundo ofrecen las religiones, porque se le ha cercenado el espíritu crítico y nunca se le ha preparado para afrontar las grandes preguntas de la vida... Pero ninguna religión ha hecho ni mejores ni más felices a los hombres. Porque a través de la mentira, la manipulación, la ignorancia o el error, malamente se puede arribar a buen puerto… Pero es previsible que habrá quien prefiera vivir engañado (es más cómodo), aun a costa de diferir la justicia y la felicidad personal a esa prometida vida de ultratumba, ante la que las Iglesias tienen la absoluta certeza de que jamás van a venirles reclamaciones. Sencillamente, porque no hay el menor indicio de que exista.” (Anónimo)


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